PLACER PROSTÁTICO TIPO ELIXIIR
Karla RicaurteShare
PLACER 10/10
El juego con la próstata despierta curiosidad, placer y conversación —y con razón. Su estimulación no solo puede generar orgasmos más profundos, sino que también favorece la salud prostática cuando se practica con regularidad.
Masaje prostático, estimulación rítmica… diferentes técnicas, un mismo propósito: explorar desde el cuerpo y cuidar desde el placer.
Aun así, muchas personas aún no conocen bien su próstata (o la de su pareja). En HUNI queremos presentártela con respeto, información y ese toque de erotismo inteligente que tanto nos gusta.

CONOCIENDO LA PROSTATA.
Imagina un punto interno, pequeño, casi secreto… pero con un potencial enorme para el placer. Esa es la próstata.
Se le conoce como el punto G masculino, aunque en realidad no pertenece a ningún género: es una glándula que puede habitar muchos cuerpos.
Lo fascinante es que la llamada “próstata femenina” o punto G proviene del mismo tejido embrionario. Por eso, ambos responden a estímulos similares: presión rítmica, caricias lentas, curiosidad sostenida.
Más que una zona, la próstata es una puerta. Una que no solo se abre al placer, sino también al autoconocimiento.
COMO LOCALIZAR LA PROSTATA.
La próstata se encuentra justo debajo de la vejiga, rodeando la uretra. Aunque no se ubica directamente en el ano, puede estimularse fácilmente a través de la pared interna del canal anal.
Al tacto, se percibe como una ligera protuberancia: suave, firme y muy sensible.
Explorarla no se trata de precisión, sino de presencia: una conexión entre cuerpo, ritmo y curiosidad.
COMO TOCAR LA PROSTATA
El acceso a la próstata comienza con relajación, confianza y mucho lubricante.
Cuando el cuerpo está receptivo, el ano se abre poco a poco; no se fuerza, se invita.
Empieza con caricias externas, movimientos circulares y paciencia.
Cuando el músculo responda, deja que el dedo —siempre bien lubricado— se deslice apenas unos centímetros y curve suavemente hacia el abdomen: ahí se esconde la próstata, firme y receptiva.
MÁS ALLÁ DE LA ERECCIÓN
Cuando la excitación aumenta, el punto P se siente distinto: más firme, más sensible, más vivo.
No hay una única forma de explorarlo —puede ser con movimientos curvos, presión, vibración o suaves golpecitos—, lo importante es dejarse guiar por las sensaciones.
A veces, el pene puede perder rigidez, pero el placer sigue: la energía simplemente cambia de lugar. Incluso es posible alcanzar el orgasmo solo con la estimulación prostática.
Combinar esta práctica con masturbación o sexo oral puede amplificarlo todo. La próstata, al final, no entiende de género, solo de placer.
Técnicas con las manos: explorar la próstata con los dedos puede ser tan íntimo como placentero, siempre que haya relajación, lubricante y comunicación.
Una vez localizado el punto, se puede jugar con suaves presiones, movimientos curvos o rítmicos —todo con delicadeza y atención a la respuesta del cuerpo.
Si se busca más alcance o nuevas sensaciones, los juguetes especializados harán el resto.

COMO EXPLORAR LA PROSTATA
Los juguetes son una gran opción: hay muchas formas de descubrir el placer prostático, y los juguetes son grandes aliados para hacerlo con seguridad y precisión.
Los masajeadores de próstata tienen curvas diseñadas para alcanzar el punto exacto, y su forma más corta facilita el control y la comodidad.
Algunos pueden moverse suavemente; otros, quedarse dentro mientras el cuerpo vibra solo.
Lo importante es explorar a tu ritmo, con lubricante y mucha curiosidad.
LOS ALIADOS IDEALES DEL PLACER PROSTÁTICO
Hay quienes descubren que la vibración profunda sobre la próstata despierta sensaciones completamente nuevas —más intensas, más redondas, más internas. Si es tu caso, los vibradores anales son un gran punto de partida: cortos, curvos y diseñados para llegar justo donde el cuerpo vibra mejor.
También existe el pegging, una forma deliciosa de explorar en pareja usando un arnés con un juguete curvo. Aquí la comunicación lo es todo: guiar, escuchar y dejarse llevar por el ritmo compartido.
Y, por supuesto, nada de esto ocurre sin lubricante. En el juego anal, el lube no es un extra: es la clave. Prefiere fórmulas densas, de silicona o agua, que mantengan el desliz y la comodidad durante todo el viaje.

JUGAR SEGURO TAMBIÉN ES SEXY
La estimulación prostática puede ser increíble, pero como todo placer consciente, también requiere cuidado.
Si hay molestias o inflamación, evita el masaje y consulta primero con un profesional de salud. El cuerpo siempre da señales: escúchalas.
A la hora de elegir juguetes, asegúrate de que sean suaves, firmes y con base de seguridad. Los juguetes anales deben tener un tope que impida que se deslicen por completo; con lubricante, todo se vuelve más resbaladizo de lo que parece.
Explorar con placer también significa hacerlo con responsabilidad —esa es la verdadera sensualidad.
Y recuerda: los juguetes también usan condón. No solo por seguridad, sino porque hace más fácil la limpieza y mantiene el juego tan placentero como seguro.
